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¿Qué es la hepatitis?

“Hepatitis” significa inflamación del hígado. El hígado es un órgano vital que procesa los nutrientes, filtra la sangre y combate infecciones. Cuando el hígado está inflamado o dañado, su función puede verse afectada. En la mayoría de los casos, la hepatitis es provocada por un virus.

La hepatitis viral, es causada por diferentes virus, cada uno de ellos es nombrado usando una letra del alfabeto. Existen cuatro tipos principales:

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A pesar de que todos los virus son ligeramente diferentes entre sí, tienen una cosa en común: provocan una infección y una inflamación del hígado, que es dañina para las células del hígado.

El consumo excesivo de alcohol, las toxinas, algunos medicamentos y determinadas afecciones médicas también pueden causar hepatitis.

Hepatitis B

La hepatitis B, conocida también como Hepatitis sérica, es una infección hepática contagiosa y potencialmente mortal, causada por el virus de la hepatitis B (VHB). Constituye un importante problema de salud a nivel mundial y es el tipo más grave de hepatitis viral.

Aunque el VHB puede infectar a personas de cualquier edad, los adultos jóvenes y adolescentes corren el mayor riesgo.

Cuando una persona se infecta, puede desarrollar una infección “aguda», que puede variar en gravedad desde una enfermedad muy leve con pocos o  ningún síntoma hasta una afección grave que requiere hospitalización.

La hepatitis B aguda se refiere a los primeros seis meses después de que alguien ha estado expuesto al virus de la hepatitis B. Algunas personas pueden combatir la infección y eliminar el virus.

En otras, la infección permanece y da lugar a una enfermedad “crónica” o de por vida. La hepatitis B crónica se refiere a la enfermedad que ocurre cuando el virus de la hepatitis B permanece en el cuerpo de la persona.

El hígado tiene una habilidad increíble para curarse a sí mismo, pero una inflamación a largo plazo causada por el virus de la hepatitis B, puede dar como resultado un daño permanente.

La probabilidad de desarrollar una hepatitis B crónica depende de la edad y del estado inmunitario (defensas) del sujeto, siendo mayor cuando la infección se adquiere en la infancia que cuando se adquiere siendo adulto.

La hepatitis  B  puede ser una enfermedad silenciosa, (no hay síntomas), algunas personas tienen hepatitis durante muchos años sin saberlo y contagian a sus parejas sexuales, después descubren que padecen la enfermedad cuando el hígado, como consecuencia de la misma,  ya está dañado. Es por esto que es importante que estés informada sobre esta enfermedad y cómo prevenirla.

¿Por qué es tan peligrosa la hepatitis B?

Porque siendo una «infección silenciosa» que puede infectar a las personas sin que éstas se den cuenta, la mayor parte de las personas infectadas de hepatitis B no saben que tienen la infección y sin querer pueden contagiar el virus a otros a través de la sangre y otros fluidos corporales infectados.

Síntomas

Una infección de hepatitis B se considera «aguda» a partir del momento de contagio y durante los siguientes 6 meses. Esta es la cantidad de tiempo que habitualmente tarda un adulto sano en eliminar con éxito la infección de hepatitis B y desarrollar anticuerpos protectores. Durante la infección aguda, la persona puede contagiar y propagar el virus a otros.

Hepatitis B aguda

Los síntomas de la hepatitis B aguda se presentan después de 1 a 4 meses de la adquisición del virus. Muchas personas pueden no presentar ningún síntoma.

El 90 por ciento de los adultos sanos pueden «recuperarse» eliminando el virus, lo cual se confirma por medio de un análisis de sangre. Una vez que la persona se ha recuperado, ya no ocasiona el contagio y será inmune a infecciones futuras de hepatitis B.

Hepatitis B crónica

Cuando una persona presenta durante más de 6 meses un resultado positivo en el análisis para detectar el virus de la hepatitis B, se le diagnostica con hepatitis B crónica. La infección crónica de hepatitis B puede persistir de por vida. Cerca del 10 por ciento de los adultos que contraen hepatitis B desarrollan hepatitis B crónica.

La hepatitis B crónica frecuentemente es asintomática o sólo se manifiesta por síntomas inespecíficos como cansancio o disminución del apetito.

Ocasionalmente se presentan incrementos de la actividad inflamatoria del hígado que pueden traducirse en exacerbaciones de los síntomas. En la medida que la infección produce un daño mayor en el hígado, pueden manifestarse los síntomas de la cirrosis hepática.

Cualquier persona infectada puede transmitirle el virus de la hepatitis B a otras personas incluso así no tenga ningún síntoma (portador crónico).

La mayoría de los recién nacidos y alrededor del 50% de los niños infectados con hepatitis B desarrollan hepatitis crónica.

¿Cómo se contagia la hepatitis B?

Como ya lo mencionamos anteriormente, el virus de la hepatitis B se transmite a través del contacto con sangre o fluidos corporales contaminados. Las vías de transmisión incluyen:

La hepatitis B no se contagia a través de la leche materna, ni al compartir utensilios para comer, abrazarse, besarse, tomarse de las manos, toser o estornudar. A diferencia de algunas formas de hepatitis, la hepatitis B tampoco se contagia por medio de comida o agua contaminadas.

¿Quiénes están en mayor riesgo de contraer el VHB?

Todas aquellas personas que:

El virus de la hepatitis B puede sobrevivir fuera del organismo por lo menos siete días. En ese período todavía puede causar infección si penetra en el organismo de una persona no protegida por la vacuna.

¿Cómo se diagnóstica el  VHB?

La infección por el virus de la hepatitis B habitualmente se diagnostica en una persona que tiene los síntomas de una hepatitis aguda, o a través de la investigación de alteraciones de las pruebas hepáticas en una persona sin síntomas.

En cualquier caso, el médico te interrogará acerca de factores de riesgo para adquirir el virus y buscará en el examen físico los signos que puedan orientar hacia el diagnóstico.

Debido a que muchas enfermedades hepáticas pueden tener manifestaciones clínicas similares a la hepatitis B, habitualmente los exámenes de laboratorio son los que dan el diagnóstico definitivo.

¿Cuál es  el tratamiento?

La hepatitis aguda, a menos que sea grave, no necesita ningún tratamiento. La función hepática y otras funciones corporales se vigilan mediante exámenes de sangre. El médico te pedirá que reposes bastante en cama, que tomes muchos líquidos y que tu dieta sea sana.

Es muy importante seguir una dieta saludable y equilibrada ya que el hígado procesa y filtra todo lo que comemos y bebemos. Se recomienda una dieta baja en grasas y en sal, rica en carbohidratos complejos y que contenga las suficientes proteínas. Las proteínas derivadas de las aves, el pescado y los vegetales son las más beneficiosas.

Algunos pacientes con hepatitis crónica se pueden tratar con antivirales. Estos medicamentos pueden disminuir o eliminar la hepatitis B de la sangre. También ayudan a reducir el riesgo de cirrosis y cáncer del hígado. El médico tendrá que tener un control estricto que le permita evaluar la respuesta a los medicamentos que haya recetado y el funcionamiento del hígado.

No siempre es claro cuáles pacientes con hepatitis B crónica deben recibir tratamiento farmacológico y cuándo se debe iniciar dicho tratamiento. Existe más probabilidad de recibir estos medicamentos si:

Para que estos medicamentos funcionen mejor, es necesario tomarlos tal cual te lo indica el médico. Pregunta qué efectos secundarios puedes esperar y qué debes hacer si se presentan. No toda persona que necesite tomar estos medicamentos responde bien.

Si presentas insuficiencia hepática, puedes recibir un trasplante de hígado. Es la única cura en algunos casos de insuficiencia hepática.

Otras medidas que puedes tomar:

¿Cuánto dura el  tratamiento?

El tratamiento puede tomar un año o más, dependiendo de la gravedad de la infección y de la respuesta del sistema inmunológico (las defensas) de la persona ante la infección.

¿Todas las personas que desarrollan VHB crónica se curan después de haber recibido el tratamiento?

Un porcentaje de personas sí se curan después de haber recibido el tratamiento, pero hay algunas que no responden al tratamiento y quedan infectadas y se convierten en portadores crónicos de por vida.

El portador crónico del VHB debe evitar las bebidas alcohólicas y los medicamentos que afectan el hígado porque pueden empeorar la enfermedad hepática.

¿Cómo se previene la VHB?

La infección se previene por medio de la vacuna.

Vacunación en bebés. Todos los bebés tienen que ponerse la vacuna. La primera inyección se administra en cualquier momento entre la 4ª u 8ª semana de vida, pero si la madre es portadora se administra a las 12 horas del nacimiento; la segunda, entre los 30 días y los 2 meses de edad (dependiendo de cuándo se administró la primera); y la tercera, entre los 6 y los 18 meses de edad.

Aunque la mayoría de los niños que reciben la vacuna no sufren ningún problema como consecuencia de la misma, a veces pueden darse problemas menores, tales como enrojecimiento o molestia en el lugar de la inyección. Los problemas más graves asociados a la misma son muy raros. No obstante no se recomienda la administración de la vacuna:

Toda la sangre empleada para las transfusiones sanguíneas se analiza, así que la probabilidad de contraer el virus de esta manera es muy pequeña.

La vacuna o la inyección de inmunoglobulina contra la hepatitis B (IGHB) pueden ayudar a prevenir la infección si la recibes dentro de las 24 horas posteriores al contacto con el virus.

Otras medidas de prevención son:

Pronóstico

La enfermedad aguda generalmente desaparece después de 2 a 3 semanas. El hígado vuelve a la normalidad al cabo de 4 a 6 meses en la mayoría de las personas.

Casi todos los recién nacidos y alrededor de la mitad de los niños que contraen hepatitis B desarrollan la enfermedad crónica. Muy pocos adultos que contraen el virus desarrollan hepatitis B crónica.

Aproximadamente una en 100 personas que contrae la hepatitis B muere a raíz de la enfermedad.

Hay una tasa mucho más alta de cáncer del hígado en personas que tienen hepatitis B crónica.

Preguntas frecuentes

Soy un portador crónico de hepatitis, ¿qué debo de hacer respecto a mi pareja (s)?
Debes ser honesto(a) e informar a tu(s) parejas sexuales que eres un portador crónico, explicar el riesgo que implica el contraer esta infección y la importancia de acudir al médico. Tu(s) pareja(s) deberá(n)  realizarse los análisis de sangre requeridos por el médico.

Los resultados de laboratorio mostrarán si estás infectado(a) o si ya padeciste la enfermedad tiempo atrás, te curaste y  estás inmune.

  1. Si los resultados son  positivos del VHB para hepatitis aguda o crónica, tu pareja debe asistir al médico para que reciba tratamiento y se realice las pruebas de sangre periódicas que le permitirán conocer la evolución  y el pronóstico de la enfermedad.
  2. Si tu pareja no ha contraído el virus, debe consultar al médico para que, si lo desea, reciba la vacuna. Recuerda que debes de usar condón para disminuir el riesgo de contagio de la enfermedad.
  3. Si vas a iniciar una nueva relación de pareja, tienes la responsabilidad de  informarle que padeces de VHB, el alto grado de contagio de este virus, los riesgos de la enfermedad y sobre la existencia de la vacuna.  

El uso del condón reduce el riesgo de contraer el VHB.

Si me diagnosticaron el VHB aguda, ¿cuándo podré iniciar las relaciones sexuales?  

Tu médico, quien  conoce los resultados de laboratorio y la evolución de tu enfermedad,  será el indicado para autorizarte cuándo puedes reanudar tu vida sexual.
Recuerda que aún cuando no tengas síntomas, la infección puede estar presente y puedes contagiar a otras personas.

¿Las personas que padecieron de Hepatitis B y se curaron pueden donar sangre?

NO, nunca podrán donar sangre.        

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Referencias

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