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¿Tortícolis congénita muscular?

¿Qué es la tortícolis muscular congénita?

El nombre tortícolis (del latín tortus collum, cuello torcido) significa inclinación o actitud viciosa de la cabeza y del cuello por diferentes causas. Congénita quiere decir que está presente en el momento de nacer.

La tortícolis muscular congénita es aquella deformidad del cuello, relativamente frecuente, que se presenta en el recién nacido o que se manifiesta durante los dos primeros meses de vida.

Generalmente es un daño que se ha causado a un músculo del cuello y que puede suceder antes o durante el parto. El músculo dañado (acortado) sigue una trayectoria diagonal desde el hueso que está en la base del cuello (clavícula) hasta la cabeza justo detrás de la oreja. A este músculo se le llama esternocleidomastoideo.

Generalmente es un daño que se ha causado a un músculo del cuello y que puede suceder antes o durante el parto. El músculo dañado (acortado) sigue una trayectoria diagonal desde el hueso que está en la base del cuello (clavícula) hasta la cabeza justo detrás de la oreja.

La contracción prolongada de los músculos del cuello hace que la cabeza esté fija hacia un lado. La cabeza del bebé se encuentra inclinada hacia un lado y la barba apunta hacia el lado contrario. El bebé no quiere mover la cabeza hacia el lado sano porque le duele.

La contracción prolongada de los músculos del cuello hace que la cabeza esté fija hacia un lado. La cabeza del bebé se encuentra inclinada hacia un lado y la barba apunta hacia el lado contrario. El bebé no quiere mover la cabeza hacia el lado sano porque le duele.

tortícolis muscular congénita derecha.

La primera descripción que tenemos de este padecimiento viene de los escritos de la antigua Grecia. De acuerdo a Plutarco, Alejandro el Grande pudo haber tenido Tortícolis Congénita.

 

Incidencia

La Tortícolis se presenta en un 0.4 % de todos los nacimientos.

 

Causa

La tortícolis puede ocurrir sin que se conozca la causa (idiopática), puede ser de origen genético (hereditaria) o puede ser adquirida secundaria a daños del sistema nervioso o de los músculos del cuello y puede desarrollarse en la niñez o en la vida adulta. Es más común en los primerizos.

Existen diferentes teorías para explicar la causa de la tortícolis muscular congénita:

Los músculos del cuello (esternocleidomastoideo principalmente) se estiraron demasiado durante el parto a la salida de la cabeza, causando un sangrado (hematoma) que se acumula presionando el músculo del cuello.

bultito en forma de oliva en cara lateral del cuello.

FACTORES DE RIESGO: 

 

Sintomas

Los bebés nacidos con Tortícolis pueden aparentar estar perfectamente sanos, pero en unos días o semanas, la madre o el padre pueden notar que el niño siempre tiene la cabeza inclinada hacia el mismo lado y que tiene dificultades para girar hacia el otro lado.

 Como los ojos no están en un plano horizontal sino oblicuos puede provocarse una disminución del campo visual del ojo contra lateral la cual regresa después de corregida la deformidad.

asimetría facial secundaria.

 

Diagnostico

Cuando un bebé presenta una deformidad del cuello es conveniente que acudas a tu médico. Después de hacer una minuciosa historia clínica en la que les preguntará a los padres acerca del momento del nacimiento, y de una exploración física del bebé podrá decir si se trata de una tortícolis muscular congénita.

El médico debe palpar el músculo de principio a fin para determinar si hay un área endurecida (con fibrosis) o si es todo el músculo el que está afectado. Cuando el médico no puede palpar la contractura del músculo esternocleidomastoideo, tendrá que considerar otro diagnóstico. 

Hay otras causas de tortícolis que conviene que el médico descarte, por ejemplo las asociadas con luxaciones de los huesos de la columna vertebral, con hemivértebras o con alteraciones neurológicas. Este tipo de tortícolis es muy rígido y resiste cualquier intento de corregirlo pasivamente. La tortícolis muscular en cambio, puede, hasta cierto punto, ser corregida pasivamente.
En los casos dudosos el médico pedirá estudios complementarios, en especial:

El 20% de los niños con tortícolis muscular congénita presentan de forma asociada algún grado de luxación congénita de cadera. Por eso es muy importante que tu médico haga también una exploración minuciosa de la cadera del bebé, incluyendo una ecografía a las 6 semanas para descartar esta posibilidad.

Tratamiento

El tratamiento de la tortícolis congénita implica estirar el músculo del cuello acortado y es necesario realizarlo para prevenir el crecimiento asimétrico de la cara y del cráneo y para prevenir la limitación de movimientos de la cabeza y del cuello.

El tratamiento inicial consiste en la realización de manipulaciones y ejercicios de estiramiento. Éstos deben hacerse con suavidad, con el niño relajado y un mínimo de 4 veces al día, repitiendo unas 20 veces cada uno de los ejercicios  para lograr que el músculo se estire y llegue a su tamaño normal.

El ejercicio debe de ser CONSTANTE y generalmente se hacen hasta que el bebé tiene un año de edad. Es preferible realizar los ejercicios entre dos personas, una que haga los movimientos de la cabeza mientras que el otro estabiliza, con suavidad, los hombros con las dos manos.
Cuando el bebé tiene una tortícolis derecha, es decir, el cuello se inclina a la derecha y la barbilla señala a la izquierda, los ejercicios consistirán en llevar la oreja izquierda hacia el hombro izquierdo y después la barbilla hacia el hombro derecho.

El ejercicio debe de ser CONSTANTE y generalmente se hacen hasta que el bebé tiene un año de edad. Es preferible realizar los ejercicios entre dos personas, una que haga los movimientos de la cabeza mientras que el otro estabiliza, con suavidad, los hombros con las dos manos. El ejercicio debe de ser CONSTANTE y generalmente se hacen hasta que el bebé tiene un año de edad. Es preferible realizar los ejercicios entre dos personas, una que haga los movimientos de la cabeza mientras que el otro estabiliza, con suavidad, los hombros con las dos manos. El ejercicio debe de ser CONSTANTE y generalmente se hacen hasta que el bebé tiene un año de edad. Es preferible realizar los ejercicios entre dos personas, una que haga los movimientos de la cabeza mientras que el otro estabiliza, con suavidad, los hombros con las dos manos.

Tortícolis derecha

Cuando el niño tiene una tortícolis izquierda, es decir, el cuello se inclina a la izquierda y la barbilla señala a la derecha, los ejercicios consistirán en llevar la oreja derecha hacia el hombro derecho y después la barbilla hacia el hombro izquierdo.

Cuando el niño tiene una tortícolis izquierda, es decir, el cuello se inclina a la izquierda y la barbilla señala a la derecha, los ejercicios consistirán en llevar la oreja derecha hacia el hombro derecho y después la barbilla hacia el hombro izquierdo. Cuando el niño tiene una tortícolis izquierda, es decir, el cuello se inclina a la izquierda y la barbilla señala a la derecha, los ejercicios consistirán en llevar la oreja derecha hacia el hombro derecho y después la barbilla hacia el hombro izquierdo. Cuando el niño tiene una tortícolis izquierda, es decir, el cuello se inclina a la izquierda y la barbilla señala a la derecha, los ejercicios consistirán en llevar la oreja derecha hacia el hombro derecho y después la barbilla hacia el hombro izquierdo.

tortícolis izquierda.

El médico o el fisioterapeuta tendrán que enseñarte cómo hacer los ejercicios y tendrás que acudir a la consulta periódicamente para que controlen su eficacia. Si la evolución es satisfactoria, a los pocos meses la corrección será completa pero es necesario  que se le haga un seguimiento largo, de más de un año, para evaluar el grado de deformidad que tenga la cabeza.

Sugerencias:

Se puede colocar al bebé en la cuna en una posición que ayude a que la cabeza se voltee al lado contrario del daño para que vea juguetes llamativos o actividades que se llevan a cabo a su alrededor.

Cuando se le coloca en una silla para coche se le puede hacer un acolchonamiento en el lado afectado para obligar a que la cabeza se vuelva hacia el lado contrario.

La bolita que tenía en el cuello desaparecerá por sí sola.

Si la tortícolis congénita no fue causada por un acortamiento del músculo sino por algún problema en la columna vertebral (en su parte cervical), algunas veces también puede tratarse.

Masajes: No son recomendados en la fase aguda del proceso pero más tarde son de utilidad para mejorar la atrofia y actuar en contra de la retracción.

Si el bebé no ha mejorado en 2 ó 3 meses, es necesario acudir al médico ya que esto puede ser señal de que existe además un problema subyacente o que es necesario realizar una cirugía para alargar el músculo y restaurar el movimiento. De esta manera se puede corregir también la asimetría facial (que las dos mitades de una cara son diferentes).

Debes continuar con el tratamiento hasta que la Tortícolis se haya resuelto completamente, hasta que el movimiento del cuello y de la cabeza se hayan normalizado y hasta que se haya confirmado que no hay escoliosis de la columna vertebral.

¿Cuándo está indicada una cirugía?

En caso de que la causa de la tortícolis sea por una anormalidad de la columna vertebral, algunas veces puede ser corregida con cirugía.

 

Complicaciones

Cuando el tratamiento no se realiza en los primeros años de la vida, la forma congénita de tortícolis puede convertirse en permanente y, como consecuencia, aparecer asimetrías faciales con falta de desarrollo del maxilar inferior, puede haber también afectación ocular y deformidades en la alineación vertebral con varias afectaciones: pie equinovaro (zambo o contrahecho) o bien pie valgo, encurvamiento de tibias y encurvamiento de la columna vertebral. De aquí la importancia de un tratamiento a tiempo.

Pronóstico

Cuando la deformidad se descubre en el recién nacido o durante los primeros meses de vida y el tratamiento mediante manipulación y ejercicios de estiramiento se inicia inmediatamente, la evolución suele ser muy buena. En el 90% de los bebés se consigue la corrección completa sin deformidades residuales.

En algunos casos en los que no hay respuesta al tratamiento de ejercicios, puede ser necesario que se libere el músculo por medio de cirugía. La Tortícolis recurrente después de la cirugía es muy rara.

Los efectos secundarios de una Tortícolis NO tratada incluyen:

problemas musculares y óseos en todo el cuerpo que incluyen elevación del hombro, escoliosis (desviación) en las vértebras del cuello y del torax y pérdida de la actividad de los otros músculos del cuello.

Probabilidad de que se repita
RIESGO DE RECURRENCIA: No existe.

Referencias

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