Tu Salud es nuestra misión

¿Se puede viajar durante todo el embarazo?

Después de la 34ª semana es recomendable no moverse mucho, si bien esta no es una norma estricta. Debe ser el ginecólogo el que decida la conveniencia o no de iniciar un viaje en función del estado de la embarazada y la necesidad del desplazamiento.

Si tu embarazo es normal,  generalmente se permite viajar hasta casi la última etapa del embarazo. Será prudente desplazarse preferentemente hacia lugares de fácil acceso, donde haya un teléfono y un hospital cerca

De cualquier manera, durante el embarazo la decisión de viajar y la distancia del viaje deben ser tomadas conjuntamente entre la mujer embarazada y su médico. Algunas condiciones de la embarazada o del sitio de destino pueden contraindicar un viaje.

Recomendaciones:

No viajes sola. Es conveniente que, en esta etapa del embarazo, viajes acompañada.

Anticipa complicaciones. Durante el tercer trimestre debe incluir la posible atención de complicaciones del embarazo, parto prematuro y atención del recién nacido.

Evitar viajar a ciertos países o lugares. Muchas vacunas y medicamentos están contraindicados durante el embarazo: Pueden usarse vacunas con virus o microorganismos inactivados, o de subunidades, durante el segundo y tercer trimestre del embarazo cuando están indicadas, pero NO deben usarse vacunas de «virus vivo atenuado» como las de sarampión, rubéola, parotiditis, fiebre amarilla, polio oral y varicela, durante todo el embarazo. Por este motivo se recomienda no viajar a países donde el riesgo de contagio con algunas infecciones infrecuentes, como el paludismo o la fiebre amarilla, es mayor.

Preparativos

Es bueno organizar la salida con anticipación para evitar los nervios de última hora. Por supuesto, no hay que hacer esfuerzos, ni acarrear maletas ni bolsas.

Conviene llevar ropa cómoda (sin elásticos que puedan apretar y cortar la circulación), zapatos flexibles sin tacón, un saco o suéter grueso, por si el aire acondicionado juega una mala pasada, y un bolso ligero de mano con lo estrictamente necesario: pañuelos, útiles de aseo, algo para comer y una botellita de agua (es importante beber líquido frecuentemente). En los desplazamientos largos puede venir bien una almohada para el cuello.

Las mujeres embarazadas tienen más predisposición a marearse cuando viajan, por lo que es bueno llevar a mano algo de comida, como frutos secos, galletas o alguna fruta. Para evitar las náuseas, lo mejor es chupar algo con glucosa, como caramelos. No se deben tomar pastillas, ni chicles, ni jarabes para prevenir el mareo sin consultar antes con el médico.

Elección del medio de transporte

Al elegir el medio de transporte hay que considerar varias cosas: el tiempo que tarda en llegar al destino, la comodidad de los asientos, la movilidad que permite y el acceso a los aseo.

La comodidad del tren

Si tenemos en cuenta la movilidad, la forma más cómoda de viajar es el tren. Es fácil cambiar de posición durante el trayecto y levantarse a caminar de vez en cuando.

Viajes en automóvil

Al viajar en coche es conveniente que recuerdes:

El automóvil suele ser la mejor opción para los trayectos cortos, sobre todo si lo lleva otra persona. En los últimos meses de embarazo los médicos suelen desaconsejar que manejes.

Si no te queda más remedio que desplazarte y si viajas en coche, siéntate en la parte de atrás. Delante, te verías obligada a ponerte el cinturón de seguridad, que, aun en el caso de ir bien ajustado, es decir, a un lado y a otro del vientre, puede, si se produce algún choque, traumatizar el útero y causar un desprendimiento de la placenta.

En el segundo y el tercer trimestre los problemas más importantes en caso de accidente, por orden de frecuencia, son: desprendimiento de placenta, hemorragia transplacentaria, rotura o laceración del útero y lesión directa fetal.

Además, la posibilidad de que se desencadene el parto en las cuarenta y ocho horas siguientes al accidente se multiplica por dos. Obviamente, el riesgo más grave para el niño en estos casos es el fallecimiento materno que traería como consecuencia, casi segura, la muerte del feto.

Viajes en avión

Al viajar en avión recuerda:

Los viajes en avión no implican, en principio, ningún riesgo para la madre y el futuro bebé, aunque las mujeres con embarazos complicados o de riesgo no deben volar en los nueve meses. El avión es uno de los medios de transporte más seguros para viajes largos.

o   La futura madre debe firmar un documento que exima a la compañía de toda responsabilidad en caso de que surgiera algún problema relacionado con su estado durante el vuelo.

o   Elige un lugar de pasillo, de preferencia uno en donde puedas estirar las piernas, y cerca del baño, esto te ayudará a moverte con más facilidad en el avión.

Los menos aconsejables: autobús y barco

De todas las opciones, el autobús es el transporte menos recomendable. No suele tener baño, y si lo hay, es de pequeñas dimensiones. Las posibilidades de movimiento son mínimas (no se puede pasear, los asientos son estrechos…) y, además, realiza paradas de tarde en tarde.

Documentación que debes llevar en la maleta

Para prevenir sorpresas, antes de salir de viaje hay que hablar con el ginecólogo o la matrona y pedirle una carta que resuma el historial de tu embarazo por si fuera necesario consultar a otro especialista en el lugar de destino. Asegúrate una buena atención por si surgiera algún problema o se adelante el parto.

Precauciones con el agua y los alimentos

En la embarazada es más importante aún seguir las recomendaciones para evitar las enfermedades trasmitidas por agua y alimentos. Siempre lleva una botella de agua contigo.

La deshidratación producida por la diarrea puede ser más grave. Debe usarse suero de rehidratación oral según necesidad.

Si viajas a sitios fríos, ten cuidado con los enfriamientos y lleva abrigo suficiente.

En resumen, muéstrate prudente y no corras riesgos inútiles. No es el momento adecuado.

Referencias

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *